Presentación de Díptico Uwachulew, abril 2015

Buenas noches.

Tengo la extraña manía de saludar cada vez que escribo en los blogs que manejo.

Para quiénes conocen mi quehacer en Quetzaltenango y Sololá, la gestión que mantengo con el proyecto cultural Poetry Slam Xela ciertamente genera una gran cantidad de gestiones en las cuales he invertido parte de mi tiempo, dejando por un lado las presentaciones - reflexiones en este blog específicamente.

También, mantuve cierta línea de publicaciones durante el año pasado, sacando a colación sátiras políticas al respecto de nuestro querido gobierno de Guatemala, pues bien; en ésta ocasión hablaré un poco más de poesía, que fue una de las razones por las cuales abrí este blog hace ya algunos años.

Quiero comentarles lo siguiente:

Junto a mi amiga, coordinadora del Taller de Escritura Creativa del Poetry Slam Xela y aliada en la gestión de proyectos culturales, María Elena Marroquín Rodas, publicamos en julio del 2014 el libro de poesía "Díptico", una obra poética compuesta por dos libros donde cada quién manejó su propia línea de expresión y manifestación artística, aunado a la colaboración de artistas del occidente de Guatemala, entre ellos: Bryan Castro, diseñador y diagramador del material, Byron Chuc, fotógrafo y Elena Rodas, pintora y artista plástica, quién donó parte de su colección de tintas para ilustrar los interiores y las carátulas del libro.

El aporte que le da el libro a la literatura guatemalteca radica en su presentación y originalidad: en Guatemala no se había visto un libro de poesía escrito por dos autores, cada quién bajo su propia cosmovisión, publicados en un mismo espacio.

Aparte, la mayoría de libros de poesía de la región evocan a los males sociales que atañen a nuestro contexto guatemalteco: muerte, miseria, desolación, frustración.

Díptico se aleja de tales manifiestos derrotistas, evocando situaciones cotidianas de la vida humana, posicionando a ambos autores dentro de las vanguardias poéticas locales.

Sin embargo, como todo arte y oficio, la escritura de ambos autores (María Elena y yo) ha evolucionado, saliéndose de los propios paradigmas personales para trascender en el tiempo, todo esto producto de los ejercicios de aprendizaje que implementamos con nuestros poetas asistentes al Taller de Escritura Creativa.

Así, presentamos el libro Díptico en la tienda de productos naturales Uwachulew un sábado por la noche.



¿Por qué en una tienda de productos naturales y no en un centro cultural? Sencillo: Nos gustó el ambiente y la apertura de su dueño, Rodrigo Aguirre, a nuevas experiencias culturales en Quetzaltenango.

Creamos una atmósfera alejada de la academia y de los recitales en los cuales el autor posee una especie de aura celestial que promueve, fomenta o reproduce modelos de imposición de criterios y pensamientos sobre el público que resulta ser un validador del "arte" que se presenta desde el estrado.

María Elena, Licenciada en Ciencias de la Comunicación y con Profesorado en Lengua y Literatura, incursión en Teatro y Tecnología de Estudios Hubbard; posee una basta experiencia en transmisión del mensaje por medio del uso del cuerpo y la impostación de la voz; Donald Josué, Arquitecto, activista y promotor cultural, con incursiones en el teatro y poesía; busca recuperar los espacios públicos con el arte. La fusión de experiencias de ambos gestores culturales en el proyecto Poetry Slam Xela se pudo percibir en la presentación de Díptico en Uwachulew.

Leer poesía, interpretarla, involucrar al público y hacerlo partícipe de las acciones poéticas fue generando una amalgama de sensaciones que nos abrigaron alrededor de una copa de vino entre amigos, rompiendo esa brecha entre público - poeta.




Para nosotros - como autores - al abrir nuevamente el libro fue redescubrir desde dónde partieron nuestros pasos, nuestros caminos serpenteantes por la Carretera Interamericana, los viajes en lancha por el Lago de Atitlán, el acercamiento a las otras realidades de Guatemala desde el campo artístico y cómo la lectura, la observación como norma de vida y la buena comunicación entre ambos han gestado un proyecto revolucionario de poesía en Quetzaltenango.

A título personal, podría decir que mis pasos avanzaron, saliendo de la tónica amorosa y política para adentrarme en los juegos mentales de las abstracciones de las percepciones en la vida misma, María Elena - por su parte - partió de plenos ejercicios literarios que surgieron desde la cotidianeidad, trasladadas a un plano artístico.

Y en eso consiste nuestra vida: en observar lo simple, lo cotidiano, y trascender el cronos por medio de la palabra hecha verso.










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