DIBUJANDO POESÍA.
Aprendí, trazando, como en Autocad; Las líneas de mis primeros versos; Al principio ortogonales Pa no perder el norte o la brújula de vista; Porque la mano alzada insinuaba Imperfecciones en la rima. Predeterminaba con ello, La grilla de mis escritos Y evitar así los versos tangenciales A mi propia vida. Configuraba, a su vez; Las cotas de los dichos de mi escritura Pues, el sistema métrico de rimas “no debía” desvariar de la rutina. ¡Hasta la altura de mi letra fue regida por los cánones de la belleza subjetiva! Así transcurría mi intervención En el mundo de las letras, Haciendo caso omiso De lo que quería plasmar realmente. Conocí un día, el grosor de líneas; Con el cual le di profundidad a la palabra, Un realce inequívoco de lo que debía hablar El papel por el cual plasmaba mi vida. “trasteando” un poco, descubrí el zoom, Para acotar aquellas frases célebres que, Siendo fuertes ironías, Encerraban el mensaje centr