Estás con la indicada.
Sí su presencia alborota el magma Con cada beso ofrecido, si al recorrer su piel con los labios Las pieles trastocan cada milímetro con el sentir de tu aliento, Sí el tiempo pasa, le damos la vuelta al sol y sientes el peso del vacío, Al ver el epicentro de la razón de tus desvelos; Sí sabes que no habrá mejor mañana que el estar acurrucados en la penumbra de lo incierto; Si te provoca insomnios recordar el vaivén de sus caderas sobre tí Estás con la indicada Y no habrá forma que resistas a la razón porque su boca es capaz de humedecer tu cuerpo Sin siquiera rozarse nuestra dermis, Mientras, lo único que buscas es que sepa que tu piel busca en su piel el trinomio cuadrado perfecto del quehacer entre las sábanas, Y no hay motivo, ni razón aparente que determine el momento justo para amarse y descubrir las geografías recónditas de las siluetas a contraluz a las diez de la mañana. Estás con la indicada, Cuando veas Que no hay mañana Sin que sientas su presencia Aunque no esté en tu