Xela, la Venecia de América.
Todos conocemos la asignatura pendiente de la administración municipal después de 11 años: las inundaciones. Es increíble cómo un aguacero de mayo hace colapsar la ciudad de Quetzaltenango. Sin afán de atacar al señor Alcalde y su corporación, analicemos el contexto del por qué sucede esto: El Valle de Quetzaltenango es un lago seco, al igual que el lago de Miraflores en Guatemala. Aun así, en “La Ciénaga” sigue emanando agua como clara constancia de la región lacustre que habitamos actualmente. Nuestra orografía conforma la cuenca del Río Samalá que desciende del norte, y en el este – oeste, lo irrigan varias vertientes que alimentan al mismo río. El crecimiento descontrolado de la ciudad hacia La Esperanza, Olintepeque, San Mateo, Salcajá y Cantel ha depredado las montañas donde se recolectaba el agua de lluvia para la ciudad, que proviene de La Esperanza. La construcción de “ciudades dormitorios” oropel de calidad de vida, no sólo genera problemas viales, también i