ARQUITECTURA DEL AMOR.
Comencé queriéndote, Buscándote, llamándote; Dibujando a toda hora El elixir, la felicidad De verte y apreciarte. Proseguí esculpiéndote, Tallándote; Cincelando tu nombre En mi mente, Cuidando – a plomo – Cada milímetro de ti. Diseñé tu entorno, El sitio ideal para dar rienda suelta A tu locura. Edifiqué tu mundo. Tu hermosura. El sitio idóneo, La arquitectura se ser UNO. Construí un santuario, Un sitio profano; Una alcoba para ti, Para fundirnos juntos; Para amanecer junto a ti. El tsunami de tu engaño Dejó todo en ruinas, Arrasó lo poco que quedó de mí. No se justifica esa arquitectura Cuando, todo lo provisto; No suplió la consigna De mi amor por ti…